Lunes 17 de Noviembre de 2025

Genios de la fusta brindan espectáculo en Monterrico

Por: Abrahan Carvajal - junio 22, 2017

Verdaderas batallas entre gladiadores d La fusta: un espectáculo de altura que tiene su escenario cada semana en el circuito hípico de Monterrico. “La calidad de los jinetes en el Perú siempre ha sido de primera pero, precisamente este año, podemos apreciar a verdaderos maestros que dan todo frente a otros que están emergiendo, recordándonos el por qué las carreras de caballos genera tanta emoción”, asegura un aficionado en torno al derroche de talento que, además, está aderezado en la lucha por la estadística que, este año, promete estar al rojo vivo.

Carlos Trujillo, flanqueado por Edwin Talaverano y Jacinto Rafael Herrera, un trío consagrado.

“La competencia está difícil”, de entrada recalca Carlos Trujillo, el campeón actual de Monterrico y poseedor de nueve títulos en este circuito. “El retorno de figuras como Edwin Talaverano y Jacinto Herrera, así como el ascenso de esta nueva generación hace que cada carrera sea sufrida”, esboza quien tiene como principal motivación el poder emular a otro gran jockey, Gonzalo Rojas, el cual alcanzó diez campeonatos de forma consecutiva.

“Será un orgullo poder llegar a esa meta. Mis nueve estadísticas las he alcanzado en distintos años, a diferencia  de Gonzalo, quien fue tan dominante en una época de buenos jinetes.  Por lo pronto, ruego a Dios llegar con salud a casa todos los días, pues me mantendré montando hasta que el cuerpo aguante”, asegura Trujillo, quien a sus 34 años, recalca que en el mundo de las carreras nunca se deja de aprender. “Cada caballo es un viaje distinto. Es un animal muy noble que te puede regalar tanto y en ocasiones te puede hacer quedar en ridículo si no lo logras comprender”.

Un retador de cartel ha resultado Martin Chuan. El jockey crédito del preparador líder Juan Suarez, reconoce el apoyo que le ha brindado el profesional de origen chileno. “Don Juan me ha abierto las puertas desde mis inicios y creo que su confianza me ha hecho madurar aceleradamente en lo profesional”, señala. No obstante asegura que lograr la estadística no es algo que le quita el sueño.

“He tenido un inicio de año muy bueno. Aunque con sus baches como aquella rodada (sobre Elita Bonita) que pudo haber sido más peligrosa, pero Gracias a Dios las cosas van bien. Lo que aspiro es ganar más carreras y sobre todo los clásicos importantes”, dice.

Otra figura que brilla con luz propia en Monterrico es Edwin Talaverano. En el umbral de los 50 años, desde hace rato, es una leyenda en el turf suramericano y nunca ha dejado de ser “la maravilla del sillín”, al no perder el hambre de triunfo. “Hay que seguir tocando el cielo. Todavía nos falta un poco más para colgar la huasca”, aspira el ganador de diez estadísticas entre Perú y Argentina.

“Me inicié en una generación brava. Donde Jacinto Herrera, Horacio Barbarán y yo, competíamos con esa vieja guardia encabezada por Jorge Chávez, Arturo Morales, Edgar Prado. Nosotros teníamos el empuje y comenzamos a ocupar esos primeros lugares de las estadísticas. Cada época tiene sus figuras, en lo reciente, Carlos Trujillo asumió el mando y detrás vienen esos muchachos que tiene el deseo de hacer bien las cosas”.

Enérgico, buena ubicación y frío para correr. Esa es la definición de un jockey campeón para Edwin Talaverano. Además de la constancia al cuidarse y tener disciplina. “Si tienes una vida desordenada, algún día faltarás y si faltas, esa mañana lo ven como si no fuiste toda la semana y comenzarán a quitarte apoyo”, explica.

PREPARACIÓN. Entre tanto, Juan Eugenio Enríquez es otro de los profesionales de élite que en las últimas temporadas ha coqueteado con el campeonato. “Gracias a Dios cuento con el apoyo de la mayoría de los preparadores y propietarios. Ya estoy cerca de los mil triunfos y eso es significativo para mí, tomando en cuenta que soy muy joven”, reconoce el limeño, quien sostiene que el papel de la escuela de jinetes es vital que exista el profesionalismo actual. “Nos ofrecen las herramientas para poder asimilar las cosas sanamente. A veces el éxito llega sin tener la lucidez para sobrellevarlo”, comenta.

Para Jacinto Rafael Herrera, el éxito también llegó demasiado rápido. “Fui campeón a los 17 años, pero tuve la fortuna de contar con personas que me guiaron. Siempre se tiene que ser agradecido. Puedes ser una promesa, pero por un accidente o mala cabeza, truncas tu carrera y no pasas de ser un proyecto inconcluso”, sostiene el jockey de los recordados Misilero, Wally y Gentleman, quien regresó a Lima y vino a echar el resto para despedirse a lo grande como eterno triunfador.

Herrera, quien cuenta con casi seis mil visitas al herraje, afirma que en Monterrico es muy difícil vencer. “He estado en hipódromos duros, en Argentina y en Estados Unidos, donde he batallado con grandes jockeys y puedo decir que la calidad de los fustas peruanos es máxima. De esta escuela brotan verdaderos guerreros de distintos estilos, algunos de fuerza y buenos finales y otros tácticos y muy inteligentes que ponen a cualquiera en aprietos”.

“En mis inicios, disfrutaba las definiciones de Arturo Morales y mi tío Guillermo. Me tocó ganarles y también perder. Cada final era una lección. Y eso creo que es lo que podemos significar Edwin (Talaverano) y yo para esta nueva generación de jockeys que hacen vida en Monterrico. Ojalá también intenten copiar una trayectoria impecable que, modestamente digo, hemos logrado”, reflexiona.

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