Miguel Vilcarima: “Tengo mucho ilusión con mis compromisos en las coronas”
septiembre 10, 2024
Por: Abrahan Carvajal - abril 27, 2025
Iniciaba la tarde y la carrera de apertura prometía calidad en la recta de Monterrico. Y vaya que no hubo lugar para ninguna desilusión. La Tami, potranca fuerte en los mil metros, recibía a un ganador clásico, Galileo Galilei (Meal Penalty), que volvía a los seis meses, luego de una operación de rodilla.
Y el duelo se dio. La hija de una campeona como lo fue Ikaya dominó a 300 del final, pero José Reyes no se dio por vencido y – abierto – encontró reacción en el hermano del también ganador clásico Burj Khalifa y porfió para colocar una cabeza en el final.
Revelada la foto y hubo festejo en la caballeriza ubicada en Jirón de la Unión. Los colores del Ehden, de Don Tony Maawad considerado un verdadero gentleman desde su llegada a Monterrico y al que he tenido el placer de conocer.
Un encuentro que se dio por aquellas fechas en las que disfrutaba de su Amir Beirut, cuyos hijos saldrán a remate y comenzarán a correr el próximo año, para su deleite, el de su heredero Costi que toma el testigo en el gusto por los caballos y el de la afición que seguramente encontrará algún buen caballo, y por qué no, un campeón que inspire el pararse de los asientos como lo hizo aquel hijo de Modigliani en esos finales vibrantes ante DonJuan y compañía.
Ya mencionamos a un artista como lo fue Modigliani o un genio de la talla de Galileo Galilei, pero también se menciona a un gigante: Tony Maawad, en su pasión por la hípica y esa calidad humana, divino tesoro, tan exiguo por estos tiempos, así lo confirman quienes se cuentan entre sus amigos. Es por ello que, en lo personal disfruto de los triunfos de un libanés que se instaló en Lima hace dos décadas y que sigue soñando con un Derby, pero con la ilusión intacta como el primer día.